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Proyecto Pleamar

Proyecto pleamar es una intervención que se enmarca en la «Sens Art Week» que tuvo lugar en A Coruña la última semana de mayo de 2018.
Con sede en la Fundación Luis Seoane, el encuentro se centró en la educación artística y reunió a especialistas en este ámbito promoviendo conferencias, talleres y actuaciones en espacio público. 

Se propuso la playa de Orzán como espacio a intervenir desde un punto de vista artístico y educativo. El colectivo de profesionales englobado bajo el paraguas común de Sistema Lupo es el encargado de plantear esta acción. Como es habitual en el colectivo, se promueve una acción que parte desde la arquitectura para generar una reflexión que en este caso tiene que ver con la infancia, el espacio público, la seguridad o la participación. 

Acción propuesta:
La acción se basó en una construcción efímera, una nueva topografías lúdica, realizada simplemente con la arena de la playa y aprovechando la pleamar para inundar los espacios y crear islas y lagos. Una obra hidráulica como las que los niños realizan habitualmente en la proximidad de la pleamar pero escalada brutalmente. Mediante el movimiento de masas de arena se obtendrá un sistema de cordilleras, islas, pozas, canales y túneles. 
Se plantea esta estrategia en una zona próxima al límite con el agua en función de los datos de marea previstos y posteriormente estudiar el trabajo de las mareas en nuestra intervención según la hora del día. 

Cuestión de escala:
La singularidad de la intervención reside en la escala misma, se pretende ampliar esta acción infantil multiplicándola por 100. Se plantea de este modo montañas de 4 metros, rozas de 1 metro y el movimiento de varias toneladas de arena. 

EL LUGAR

Adecuación a temporales:
El lugar propuesto, la playa de Orzán de A Coruña, forma junto con la plata de Riazor y la playa de Matadero la mayor playa urbana de la ciudad. 
A finales de los noventa A Coruña empezó a protegerse contra los temporales de invierno haciendo acopio de arena en Riazor y Orzán, creando una especie de dunas artificiales que servían como muros en los que se estrellaban las olas, para que no alcanzasen las calles.
En el 2010, tras los últimos aportes de áridos, decidió dejarse de poner la duna. Por lo que el mar, acabó entrando en la ciudad causando importantes daños. La última estimación cifra en un millón de euros los destrozos.
Las dunas actúan como barreras de protección ante grandes temporales como los que se padecen sobre todo en invierno. Disipan la energía del oleaje gracias a su dinámica de movimiento. Por ello, son elementos necesarios para garantizar la estabilidad de la playa y para la protección de la costa. 
Con esta premisa, todos los años se llevan las máquinas a la playa y se crean murallas de arena de varios metros de altura en los puntos más sensibles, lo que conlleva el movimiento de muchas toneladas de arena a lo largo de las playas para formar la duna protectora, de 23.000 metros cúbicos de arena y 360 metros de largo. 

Llegada del verano:
Hasta la llegada de la temporada de baño, entorno al 15 de junio, los operarios municipales se encargan de la limpieza y el acondicionamiento de los arenales urbanos, por lo que aproximadamente entre la última semana de Mayo y la primera quincena de junio, se procede a deshacer la duna de protección, ya que en verano no suelen llegar temporales, o al menos, estos no son tan fuertes como en invierno. 
Para ello, los bulldozers vuelven a las playas con la finalidad de deshacer las dunas que han protegido el paseo marítimo desde el otoño y por último alisan la playa, evitando los escalones tan pronunciados, y así, formar una zona más segura para los bañistas. Labores en las que las máquinas moverán cerca de 80.000 metros cúbicos de arena.

EL PROYECTO

Reflexión educativa:
La intervención está basada en códigos fácilmente identificables por los niños. La construcción de castillos, barreras o ingenios hidráulicos es una constante en las playas. 
La arena es material didáctico por excelencia y aunque su presencia está siendo reducida en parques y jardines, en la playa sigue siendo la gran protagonista.
Sus intervenciones suelen crear una zona de juegos que coincide con la mancha de agua que aumenta la compacidad, especialmente coincidiendo con la bajada de la marea. Es el área híbrida donde también se juega a deportes de equipo o la línea por donde se pasea a lo largo de playa…Ese mundo activo es complemento de lo que ocurre en la arena seca, donde las toallas de distribuyen acogiendo a quienes relajadamente disfrutan del sol, o de la tranquilidad del ambiente mientras leen un libro o escuchan música. Todo eso y mucho más ocurre en escasos  metros, un territorio domesticado pero natural. Un límite entre la ciudad construida y artificiosa y la línea de costa, agresiva y peligrosa como bien sabemos en esta ciudad.
La variación de las mareas en la costa atlántica hace que esta distribución seco-mojado esté en constante evolución generando un movimiento que acompaña en paralelo al movimiento de los bañistas siguiendo el movimiento del sol. Es un cuadro que no se entiende sin el movimiento, sin el proceso. 

La colaboración de las máquinas: 
En la tarde del  de junio, los operarios y técnicos del Ayuntamiento, encargados de manejar las máquinas de aplanado de las playas, colaboraron en el movimiento de varios metros cúbicos de arena necesarios para la actuación.
Se delimitó y acordonó la zona para la actuación, manteniendo la zona cerrada para la seguridad de los usuarios de la playa. Así, aprovechando las montañas de arena ya generadas para el invierno, se fueron trasladando a otros puntos estratégicos ya planeados. De este modo se fueron generando una serie de montones que comenzaron a ser nuestro «sistema montañoso».

Manos a la obra!
El día 2 de junio, miembros de Sistema Lupo trabajaron junto al servicio de limpieza y mantenimiento de playas para ultimar detalles. Aprovechando la bajamar se crean nuevas topografías antes del inicio de la actividad con las familias.
El siguiente día se desarrolló la actuación de los niños. Se planteó una jornada de construcción, de una mañana de duración, donde los niños, acompañados de los padres, terminaron de configurar su zona de juegos. Un proceso en el que terminaron de crear los canales, dieron forma a sus islas y montañas, crearon túneles y pozos y hasta construyeron una zona de «spa» y piscinas. 
Más de cien participantes coordinados y libres dieron forma a un espacio urbano preparado para el disfrute de todo aquel que se acerque a la playa. .

La hora del juego:
Una vez terminada la obra, se abre el proceso lúdico de disfrute de la obra terminada. Las características y disposición del nuevo elemento de juego aguantaron varios cambios de marea, lo que permitía ver el desarrollo de la obra en su lucha contra el mar y su mayor o menor aceptación por parte de los usuarios de la playa.
Se trataba de una acción con puntos suspensivos, ya que no es posible decir exactamente el comportamiento de la obra construida en su relación con la pleamar. 

La pleamar:
A medida que fue pasando el día, también fue cambiando todo lo que rodeaba nuestra zona de juego. Esto se debió en mayor parte a las mareas.
En ese proceso en el que el mar trabajó en su pleamar el nuevo elemento allí implantado, éste fue variando, convirtiendo las montañas en islas, los canales en ríos, los pozos en grandes piscinas y así sucesivamente. Por esto mismo, el elemento de juego se fue transformando y generando una variedad de formas nuevas y actividades diferentes a su alrededor. 

La destrucción:
Lo que si conocíamos antes de acabar esta actuación, era su final, es decir, la arena nuevamente lisa tras haber sido trabajada por la mar.
Al igual que la pizarra del maestro, la lección desaparece, la tiza será limpiada y nuevamente volvemos a la negra pizarra.
Esa es la magia de la educación y de las construcciones en la arena, una vez más el proceso vence al producto final. 

Créditos

Fecha:
Art Sense_Coruña Festival Sens Arts Week (01-02 junio de 2018)

Localización: Playa de Orzán, A Coruña

Colectivo: Sistema Lupo

Coordinador: Fermín Blanco

Equipo:
Fermín González Blanco
David Rodríguez Antuña
Jose Rebollo Porto
Luis Fernández López
Miriam Rom
Paula Morales Pereira
Víctor GG Echave
Alba Pérez Fernández

Colaboración:
Ayuntamiento de A Coruña
Concejalía de Medio Ambiente
Fundación Luis Seoane

Presupuesto: 0 euros