logo-lupo-ok
 - 
Basque
 - 
eu
English
 - 
en
Galician
 - 
gl
Spanish
 - 
es

La casita del árbol

Cualquier niño, en algún momento de su infancia, ha soñado con la idea de tener o poder disfrutar de unos instantes de una casita en un árbol.
seguramente cada uno de nosotros tendríamos una imagen mental diferente de cómo sería ese espacio, pero en ninguna de esas imágenes faltaría al menos un árbol y por supuesto que se trataría de un ligar dedicado exclusivamente a los niños, dónde los adultos estarían restringidos y se podría jugar a multitud de cosas sin tener la atenta mirada de estos. 

En este caso, el privilegiado fue Juan, quién ha tenido la suerte de que le cedan un gran árbol donde el tío Ramón, con su manejo de la carpintería, ha podido construir su casita. 

La casa del árbol se encuentra en la parcela del refugio de Doña Ana, una experiencia familiar de autoconstrucción; se camufla, muy próxima al refugio, entre un grupo de árboles. 

Cada casa del árbol es fruto de la cristalización del sueño de un niño, en este caso, el de Juan.  Él elaboró una serie de dibujos que más tarde materializó en forma de maqueta, la cual definía a la perfección la forma de la casa y cada uno de los detalles que esta debía poseer.

El árbol es en elemento fundamental del proyecto. Desde siempre, ha proporcionado a la humanidad la relación más fundamental con la naturaleza. Son elementos que nos impactan, son elementos naturales, que desde tiempos ancestrales han estado vinculados al hábitat, por la protección, por los frutos…
En sí mismos son especiales. Dan el punto de domesticidad a un espacio en intemperie, en su cobijo nos permitimos desarrollar parte de nuestra vida.
Además son símbolos de la temporalidad, no hay mejor registro del paso de la vida que un árbol t en si mismos son sistemas perfectos de tratamiento y aprovechamiento de energía y recursos.

Se eligió una de las diversas especies de árboles que contiene este jardín, el definitivo fue un álamo, un ejemplar suficientemente fuerte para poder soportare el peso de la estructura. Hay que tener en cuenta que se debe elegir un árbol suficientemente resistente, porque debe aguantar el peso de la construcción y de sus visitantes. Pero, una de las premisas que deben mantener en el proyecto es la de no dañarlo, el árbol soportará el peso, pero no será perforado por ningún elemento.

En concreto este álamo se sitúa en una zona de terraplenes, lo que supone que una de las fachadas de la casa se encuentre próxima a la zona superior del terreno, lo cual, se debe a una decisión del proyectista. 

Las ideas de Juan se transformaron en planos, para que el tío Ramón pudiera tener una base para su construcción. 

Pero no toda esta idea del proyecto se centra en el mero hecho constructivo, si no, que conlleva una serie de conceptos mucho más amplios, los cuales os explicamos a continuación.

¿De dónde vienen sus proporciones?
Las medidas de la casa se encuentran en aparente proporción y su posición en altura es ambigua, aparentemente baja. El volumen sobresale por ser un poco más grande de lo habitual en este tipo de construcciones, esto es debido a que Juan desea que su casita sirva para múltiples tareas y poder recibir a sus amigos, a toda su clase si puede ser, y por supuesto que sea accesible.

Accesibilidad y privacidad, ¿qué significan para un niño?
Desde el inicio del desarrollo del proyecto, Juan mantuvo la idea de que en algún momento podría invitar a personas adultas. El niño reclama privacidad y atención a partes iguales, Los espacios libres de adultos son las grandes reclamaciones de la infancia en todos los continentes como bien ha experimentado Tonucci en su ciudad de los niños. Pero al tiempo también reclaman momentos de visibilidad, el niño necesita mostrar sus creaciones, sus dibujos, construcciones, cocinas…Es entonces cuando exigen la presencia del adulto.

Pero en momentos especiales en los que los adultos son bienvenidos aparecen los problemas, en concreto con los abuelos y con todo aquel que tenga una movilidad reducida; es aquí donde aparece el problema de la accesibilidad. 

Uno de los momentos de mayor diversión para un niño es la superación de retos en forma de barreras físicas, esa superación les proporciona una alta satisfacción. Esta superación tiende a ir en contra de los criterios de accesibilidad universal, sobre todo en una casa en un árbol.

En este momento aparece el concepto de prueba-error, Juan es consciente, después de momentos de observación de la vida en el Refugio, que los abuelos no pueden superar la barrera física que supone la escalera vertical de su litera, y por tanto que éstos necesitarían una entrada especial y unas proporciones mayores que las destinadas a los niños. 
Esto deriva en que la situación de la construcción sea en esta zona de terraplenes, lo que permitirá que la casita se complete con un puente levadizo hasta la parte superior del terreno. Por otra parte, las dimensiones de la casita permitirán que un adulto de estatura estándar pueda estar cómodo en su interior en las ocasiones en las que los niños lo inviten. 

El concepto de casita
Más allá de la idea de lugar de juego fuera del alcance de los adultos, el concepto de casita del árbol, engloba la idea de Juego simbólico, los niños entran dentro y tienen su propio espacio en el que tratan de reproducir el mundo de los adultos, desde el mantenimiento y limpieza, hasta la imitación de tareas y elementos que componen la vida en el hogar. 

 

¿Los huecos?
A excepción de la puerta, los huecos de la casita son únicamente tres. Todos ellos están basados en una forma geométrica, lo que hace que casa uno sea diferente. Contamos con una ventana triangular (la favorita de Juan), una circular y una rectangular. Pero no sólo las ventanas son diferentes, si no que, en cada una de ellas el sistema de apertura también cambia. 
No todas ellas proceden del proyecto original sino que, como cualquier obra, han sufrido cambios debido a decisiones en la fase de ejecución, si bien se ha mantenido la esencia en alto grado.

El respeto ambiental y algunos datos/recomendaciones técnicas.
A la hora de construir una cabaña en un árbol, el primer paso es escoger el árbol y la futura relación de la construcción y el árbol. Son muchos los procedimientos que se pueden seguir, en función del diseño deseado y de la constitución del árbol que se elija.

En esta ocasión, el álamo elegido era un ejemplar de tronco robusto pero con ramas de poca entidad, lo que supone que todo el peso de la estructura lo va a soportar el tronco. La construcción se facilita si la especie elegida presenta una composición con ramas bajas de crecimiento horizontal, tipo el castaño. 

Otra de las premisas mencionada era la de no dañar al árbol; soportaría todo el peso de la estructura, pero no se perforaría con ningún elemento, Esto supuso el empleo de un sistema de empresillado, bastidores atados alrededor del tronco trabajan a fricción, de modo que la estructura queda atada a éste. El sistema se postea con varilla roscada, permitiendo abrir progresivamente en función del crecimiento del árbol. 

Como material se escogió madera de pino, ya que es un material asequible, barato y que funciona bien para estructura y para acabados. Por esa razón es el único material empleado en toda la construcción (cubierta incluida). Esto hace que la casita sea un sistema monocromático y monomaterial.
La estructura está compuesta por listones de sección 5×5 y de 5×7 cm y la envolvente son piezas de tarima de 14 mm.
El acabado es un fondo y un aceite incoloro. La madera está protegida del agua por su geometría de cubierta y su sistema de lamas solapadas, y su protección del sol deriva de su situación entre la sombra de los árboles con lo cual no se le ha aplicado un tratamiento especial. 

La escalera de acceso se une a la estructura mediante un sistema de triangulación, evitando el contacto con el suelo alargando la vida útil de la misma, también es cierto que la escalera puede ser un buen punto de apoyo que ayude en la estabilidad general de la estructura aunque en este caso se ha desechado el apoyo.