El primero de los talleres lo dedicamos a Kisho Kurakawa, arquitecto japonés, que a principios de los años 60 funda el movimiento metabolista junto con otros colegas arquitectos. Una de las nociones principales era la idea de impermanencia, donde los edificios pasaban a ser desprendibles, permutables y adaptables. El concepto de la impermanencia provino de su trabajo para hacer sistemas abiertos en el tiempo y el espacio.
Sobre éstas ideas, desarrollamos el taller en tres partes. El primera parte introducimos algunas cuestiones acerca de la arquitectura japonesa tradicional y su importancia en la obra de Kisho Kurokawa. Así cómo explicamos su obra más emblemática, la Torre Cápsula (precisamente en ese momento en debate, por su posible demolición o traslado). La segunda parte la dedicamos a construir cada uno de nosotros una versión de la torre cápsula, sobre el precepto de un núcleo y cápsulas que se adhieren en altura, cada uno de nosotros, construiríamos una alternativa a la conocida torre. La última parte de este taller, ya con los bloques Lupo de gran tamaño, idearíamos un pequeño receptáculo-cápsula en el que poder refugiarnos y reflexionar acerca del espacio mínimo habitable.