La integración de las diferentes disciplinas artísticas está estrechamente ligada al proyecto, su vocación de ruptura de barreras permite abrirse a todas las formas de expresión artística. La creatividad es siempre un fin último de cada taller y los ejemplos de integración artística serán objeto de estudio y análisis.
Arte y tecnología, estructuras, material, expresión, todos estos conceptos serán analizados en esta parte del proyecto, a través de la figura de Oteiza, específicamente a través de su «Laboratorio de Tizas». Un espacio experimental, en el que trabaja entre 1957 y 1974, de reducidas dimensiones en el que ensaya prototipos espaciales con pequeños prismas de yeso. Este trabajo será la base de buena parte de su obra posterior. Desde entonces, la intensidad metodológica del laboratorio de tizas de Oteiza ha iluminado la historia del arte y de la arquitectura y se ha convertido en referente de investigaciones por la base científica de su trabajo, riguroso, intenso y elemental, un referente que nosotros también como base para nuestras didácticas.
”Me sorprendo como un perro de caza, escarbando, olfateando en ésta, la más sencilla y estática de las figuras del espacio, el cubo, el cuadrado. Mondrian lo conserva y su tratamiento equivale a dinamizarlo por fuera al aplastarlo y extenderlo, reducirlo y enfriarlo. Yo, antes, trataba de abrirlo desde el exterior, proporcionarle una dinámica externamente. Ahora he dejado esta unidad quieta, tal como es, pensando que su misterio espacial, que la radical originalidad del espacio se guarda en su intimidad.” Jorge Oteiza.