La última sesión del curso 2021-2022 del ciclo “Mies é máis” en el CGAC estuvo destinada al arquitecto César Manrique (1919-1992), que nació en Arrecife, Lanzarote, isla en la que su trayectoria artística ha dejado huellas imborrables. Su trabajo se centró inicialmente en la pintura y escultura, de estilo informalista, donde el artista transmuta el imaginario plástico de las impresiones del paisaje volcánico de la isla en sus obras, y su comprensión emocional: «Yo trato de ser la mano libre que forma a la geología”, escribió.
Cuando volvió de nuevo a Lanzarote, César Manrique impulsa una serie de proyectos artísticos de carácter espacial y paisajístico, novedosos para la época, donde plasma su pensamiento plástico y ético. Intervenciones dirigidas a poner en valor el paisaje y los atractivos naturales de la Isla, que configurarán su nueva faz y su proyección internacional, y que forma parte de su transformación paisajística y la adaptación de Lanzarote a la economía del turismo.
Así, elaboró un nuevo ideario estético, que denominó arte-naturaleza/ naturaleza-arte, en el que integra distintas manifestaciones artísticas, que pudo concretar en sus obras paisajísticas, un ejemplo singular de arte público en España: Jameos del Agua, Mirador del Río, Jardín de Cactus, Timanfaya, etc. donde sus rasgos característicos son: diálogo respetuoso con el medio natural y revalorizar la tradición arquitectónica local.
Durante la parte práctica de la sesión probamos a transformar un paisaje proyectado en la pared, diseñando nuestras intervenciones e intentando seguir los principios de César, dibujando y pegando material directamente en la proyección, y los resultados fueron realmente interesantes. Como referencia a su jardín de cactus comprobamos como la construcción de vegetación puede transformar un paisaje, un espacio y un aula. Con los más pequeños recreamos los grandes círculos de piedras de La Geria presentes en el paisaje de la isla, para protegernos del viento.